El tratamiento más común para atacar este mal es la quimioterapia (Foto: Internet ).
Los perros, al igual que los humanos, pueden padecer cáncer. Te presentamos algunos datos que te servirán para el mejor cuidado de tu mascota.
Detección
- Aplicar con los dedos una ligera presión en zonas como las ingles, vientre, abdomen y cuello para detectar bultos. Puedes aprovechar cuando cepilles a tu mascota, los juegos o las caricias.
Síntomas
- Bultos anormales permanentes o crecen
- Úlceras que no cicatrizan
- Pérdida de apetito y de peso
- Dificultad para comer o tragar
- Hemorragias, cojera o rigidez muscular en las extremidades
- Dificultad para respirar, orinar o defecar
Tratamiento
Tratamiento
- Quimioterapia, dura aproximadamente 18 meses dependiendo de lagravedad y la raza del perro.
Testimonio
Fiona es una perrita mestiza a la cual se le diagnosticó esta enfermedad a los 8 años. Ésta es su historia:
Tener la oportunidad de tener una mascota que te de su amor, compañía, amistad y protección es fantástico, y regresarle un poco de lo mucho que te da es igual de increíble.
Fiona está con nosotros desde que es cachorra, es mestiza, su mamá es una perrita labrador e ignoramos la identidad de su padre; siempre ha sido juguetona, activa, saludable, protectora y muy cariñosa. Tiene un ladrido extremadamente fuerte, que a más de un vecino molesta y que se escucha desde la esquina de la calle.
Cuando tenía 8 años, notamos que le costaba trabajo ladrar, como si tuviera algo atorado en la garganta. Fue ahí cuando nos dimos cuenta de que tenía unas “bolitas” en la garganta.
Su veterinario habitual, además de descubrir que también tenía de esas bolitas en las patas traseras, nos dijo que se trataba de tumores y que consideráramos dormirla.
No nos conformamos con el diagnóstico y la llevamos al hospital de la Facultad de Veterinaria de la UNAM, donde después de varios estudios, nos dijeron que Fiona tenía Linfoma de células T (cáncer de los linfocitos).
Recuerdo perfectamente bien el día que me dieron el diagnóstico, una parte de mi quería ponerle atención a la doctora, la otra estaba pasmada, con un nudo en la garganta y sólo pensando en que no quería perderla.
¿Qué tan malo es?, ¿qué se puede hacer?, ¿es doloroso?, ¿se va a curar?, tenía una y mil preguntas qué hacer y ni siquiera podía hablar.
Después de una explicación entendí que hay 2 tipos de cáncer, uno de células B y otro de células T, el T es el más agresivo y no se cura. Lo que se puede hacer es disminuir los síntomas y proteger la calidad de vida a través de quimioterapias.
Decidimos aceptar que le dieran quimioterapia, porque sin importar que no se curara, queremos darle lo mejor y verla bien el tiempo que se pueda. Pasaron 6 meses en los que una vez por semana Fiona visitaba el hospital para estudios que monitoreaban su salud y para la aplicación de quimioterapia.
Las quimioterapias en perros no son tan agresivas como en los humanos, a Fiona a veces le causa vómito y temperatura alta el día de la cita y al siguiente, pero no se le cae el pelo y su vida prácticamente es normal.
No ha sido fácil, tanto para ella, por todos los estudios que le hicieron y los medicamentos que tuvo que tomar, como para nosotros, porque tuvimos que organizarnos para poderla llevar cada semana y ser fuertes para que en lugar de que sienta nuestra preocupación, sienta nuestro amor.
Afortunadamente reaccionó muy bien al tratamiento y su ciclo de quimioterapias terminó. Fiona está muy bien, corre, se emociona cuando llegamos a casa, come muy bien y le echa pleito al gato de al lado.
No sabemos cuánto tiempo estará con nosotros, no quisiéramos tener que verla sufrir o verla muy mal para tener que tomar una decisión. Sabemos que llegará el día en que tengamos que dejarla descansar, pero por lo pronto y mientras esté bien, sólo queremos que sea feliz y sepa que le agradecemos infinitamente todo el amor que nos ha dado.
Somos muy afortunados de tener a Fiona, es parte de nuestra familia y la amamos.
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