lunes, 4 de febrero de 2019

De cómo ‘Buddy’ nos robó el sofá... y el corazón - mastorrencito

Adoptar un perro como gesto de amor puro e incondicional, que ofrece mucho, que regala, que emociona y crea vínculos, inmediatos y extremamente fuertes.
Él te mira a los ojos, tú lo miras y te das cuenta de que le gustas: no hace falta decir que ya nos ha enamorado.
El autor, en pleno 'peeling', cortesía de 'Buddy'.
Una página social de un refugio (@adoptaysefeliz), unas fotos que te hacen temblar las piernas por esa carita que pide solo afecto, unas llamadas entre Mario y yo, unos cuantos mensajes y una sola estrategia: rapidez, porque teníamos miedo de que Buddy no completara nuestra familia.



De cómo ‘Buddy’ nos robó el sofá... y el corazón - mastorrencito

No hay comentarios:

Publicar un comentario